Por Germán Alfaro, director de Radio Acme (www.radioacme.net) y co-conductor del programa de radio 33RPM (www.33-rpm.com.ar)

La radio y sus programas se vieron modificados en principio por el teléfono y el mail, y luego por las nuevas tecnologías, como Facebook, Skype, Messenger, Twitter. Todas maximizan la velocidad de contacto y respuesta con los oyentes, amén de abrir nuevas posibilidades de conectar gente interesante para futuras entrevistas. A su vez, han demostrado ser más directas y participativas.



Antes, la calle o las respuestas telefónicas eran el medio a través del cual uno podía tener un feedback con el oyente con respecto a un programa, a un comentario, a un grupo musical, etc. Ahora la respuesta del oyente es inmediata, y puede opinar segundos después de que recibe determinada información, con agrado o desagrado. Esto hace también que se puedan modificar determinados aspectos del programa en base al gusto o preferencia de la mayoría de los oyentes, casi al mismo tiempo.



Principalmente, la radio utiliza las nuevas tecnologías como forma de contacto para avisar eventos, compartir alguna información interesante para el público, y recabar datos y contactos para futuras experiencias periodísticas.



Considero que hay un antes y un después con respecto a las nuevas tecnologías. Ellas abrieron la posibilidad de realizar un medio más acorde a las necesidades de la sociedad moderna, que es inquieta, revoltosa y desafiante, y lo más importante es que este proceso se da sin control ni límites.



¿Aspectos negativos? Sólo al comienzo, con la creencia de que cualquiera puede manejar y organizar un medio, pero esto se fue desmitificando. Las ideas claras perduran y los improvisados caen por su propio peso. No creo que nadie haya salido perjudicado, con las nuevas tecnologías. Sólo ha habido reacomodamientos.

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