Noticia Ampliada
- 15/03/2025
- Los medios no son culpables si son responsables
Por la Dra. Mabel Bello, directora de la Asociación de Lucha Contra la Bulimia y la Anorexia (www.aluba.org.ar).
En los últimos días ha tomado mucha relevancia en los medios la posibilidad de que una de las participantes más jóvenes del programa Gran Hermano 2012 esté padeciendo bulimia. Quienes sufren este desorden tienen atracones en los que comen en exceso, que luego intentan compensar con vómitos, ayuno, uso de laxantes y pastillas, y la realización de ejercicios en forma compulsiva.Ante este panorama, la pregunta que surge inmediatamente es ¿debe continuar o no en el programa? Para poder acercarnos a una respuesta, lo primero que hay que tener en cuenta es que diagnosticar un trastorno de la alimentación no es algo se puede tomar a la ligera.
Cuando se recibe un caso de patología alimentaria hay una multiplicidad de tests e investigaciones previos a realizar que permiten llegar a un diagnostico acertado. Hay que confeccionar una historia clínica del paciente, saber desde cuándo, por qué, cómo comenzó, cuáles son los condicionantes emocionales, cómo es la familia, entre otra serie de cuestiones. Todos estos datos ayudan a orientarse sobre lo que realmente sucede y qué es lo más conveniente para el caso. Pensemos que la bulimia está asociado a un trastorno afectivo y el paciente no tiene conciencia de la enfermedad. Una serie de investigaciones sobre su personalidad, familia, tendencias, nos permite llegar a un diagnóstico y darle una oportunidad, una estrategia para salir del problema.
Una persona que vomita constantemente pone en riesgo su salud pero no siempre los pacientes dicen la verdad en cuanto a la frecuencia de los vómitos. Si el vómito es causa de una tensión emocional hay que ver cuál es el motivo. Si esto se transforma en un hábito, vomitando dos veces por semana durante tres meses seguidos, se considera que hay un grave daño para la salud y necesita ser atendido desde el punto de vista emocional y médico. Si hay o no un atracón antes también es una cuestión para investigar pero lo importante es saber que el hábito de vomitar baja el potasio y pone en serio riesgo la salud. Si esto se acompaña de actividad física, el riesgo aumenta. Si entendemos que el stress es un motor de la conducta de vómito habitual tenemos que pensar que la exposición permanente no es lo más adecuado para sostener la salud.
La bulimia es cuadro que hay que ver bien de cerca, investigar al paciente, buscar señales, las patologías que concurren con ese síntoma de vómito. Hay trastornos emocionales que tienen origen genético y eso se averigua conociendo sus antecedentes familiares, entonces, estamos más cerca de pensar que esto puede ser una bulimia. Si no lo es, igualmente el hábito frecuente de vomitar en una persona pone realmente en riesgo su salud y habla de un conflicto emocional que no está resuelto.
La superficialidad en el tratamiento del tema puede causar daño mucho daño. No olvidemos que el paciente también tiene derecho a dar la información sobre su enfermedad bajo secreto médico y exhibir sus síntomas. Hablar superficialmente sobre lo que le pasa es riesgoso, no es una buena praxis médica.
La bulimia es una patología complicada, propia de la adolescencia y que tiene mucha relación con el miedo a tomar responsabilidades de adulto. Cuando uno puede entender cuáles son las fragilidades de esa persona, puede también transformar su conducta, hacer que tenga una autoestima elevada y ayudarlo a descubrir qué quiere de su futuro. Historial de noticias