Noticia Ampliada
- 15/03/2025
- 24 de Marzo de 1976 24 de Marzo de 2008
NUNCA MÁS NO AL OLVIDO
24 de Marzo de 1976 24 de Marzo de 2008NUNCA MÁS NO AL OLVIDO
Un 24 de Marzo se acerca otra vez a nuestras vidas, y cada año reflexionamos con más profundidad sobre lo que fue en verdad el PROCESO DE REORGANIZACIÓN NACIONAL, no lo que vendían los medios de la época y lo que nosotros, inocentemente o no, comprábamos. Una vez más recordamos el holocausto argentino, el Estado como arma destructiva que eliminó varias generaciones y dejó psicológicamente diezmadas a otras tantas. En principio, con los 30.000 desaparecidos, los torturados, los bebés secuestrados con la apropiación de su identidad y de los bienes materiales de sus padres, luego, los exiliados. Creyeron que el plan macabro, que la teoría de la seguridad nacional había triunfado, porque además, hubo muchos socios, cómplices civiles necesarios, de los distintos sectores sociales que le rendían honores porque obtenían beneficios.
Pero aquí había una reserva que empezó a crecer, esa resistencia se convirtió en flor, se iniciaba la lucha por la verdad y por sacarle la venda al pueblo argentino.
Las madres de los desaparecidos, único ejemplo a nivel mundial con sus rondas, las abuelas, los hijos, los nietos recuperados, cada año se suman más y los otros van cayendo, uno a uno, porque supimos no olvidar. L os que éramos adolescentes en aquellos momentos, supimos escuchar la verdad, sumarnos a esa cruzada y comprometernos con los derechos humanos. Hoy pasamos los 40 años, estamos más compenetrados con ese pasado y levantamos las banderas del nunca más, del no olvidar, ni perdonar porque queremos construir un futuro y vivir nuestro presente con total libertad de pensamiento y de expresión. Vivimos un momento histórico en que el Estado está junto a nosotros codo a codo en la prédica de los derechos humanos y en hacerlos realidad palpable. Esta es una lucha que no debemos abandonar nunca
En este blog, que piensa el rol de la familia, de la adopción y de los derechos de los niños, no queremos dejar pasar esta fecha, por los bebés apropiados, a los que se les está negando su derecho a la identidad, por ellos, por nosotros, por los niños que ahora están desaparecidos, por Julio López. Queremos Verdad y Justicia. Cito:
La apropiación de menores durante la última dictadura militar argentina: un plan sistemático
Nuestros niños y bebés secuestrados y nacidos en cautiverio, fueron criminal y violentamente arrancados de los brazos de sus madres, padres, hermanos, abuelas y abuelos y la mayoría continúa padeciendo el secuestro y la desaparición. Están ilegalmente anotados o como hijos propios o por medio de adopciones fraudulentas, falseando sus padres, sus nombres, sus edades, la forma y el lugar en que vinieron al mundo, quienes asistieron su nacimiento; es decir, están apropiados, privados de su verdadera identidad, privados de su origen, de su historia y de la historia de sus padres, privados del lugar que ocupan en el deseo y en el afecto de los suyos, privados de las palabras, las costumbres y los valores familiares, sustraídos de la posibilidad de desenvolver sus vínculos identificatorios originarios y de la posibilidad de autoreconocimiento y de reconocimiento de todo lo propio, tratados como cosas de las que se dispone a voluntad, parte del saqueo y despojo de sus hogares. Entre los años 1975 y 1983 en Argentina, más de 500 niños fueron secuestrados con sus padres o nacieron durante el cautiverio de sus madres en campos secretos de detención y fueron entregados a personas o familias generalmente conectadas con los cuerpos de represión. Esta monstruosidad fue fruto de un plan deliberado, orgánico y sistemático puesto en ejecución por la Dictadura Militar. En general los padres de estos niños continúan desaparecidos.
¿Qué sentido tuvo el robo de niños?
La acción de la represión no fue desorganizada y casual, sino que su principal destinatario fueron los jóvenes. Se manipularon los medios de comunicación y la educación y se institucionalizó el silencio. El estímulo fue a la pasividad, al sometimiento y al no compromiso.
El secuestro y apoderamiento de niños formó parte de un esquema deliberado y organizadamente armado principalmente por Massera, Jefe de la Armada. Subyacía el objetivo de evitar la contaminación ideológica de los padres subversivos y sus familias, pretendiéndose mesiánicamente que los niños se educaran en una familia modelo, según la concepción de modelo de los dictadores.
...personalmente yo no eliminé a ningún chico, lo que hice fue dar algunos a organizaciones benéficas para que les encontraran nuevos padres. Los subversivos educan a sus hijos en la subversión. Por ello esto debía detenerse.
Ramón Camps, Jefe de Policía de la Pcia. de Buenos Aires.
¿Quiénes fueron los responsables?
La responsabilidad de quienes usurparon el poder político mediante un acto de fuerza resulta obvia e insalvable. El Estado, a través de sus diferentes instituciones y organismos, participó de modo directo e indirecto en la concreción de esta metodología del horror. Participación fundamental les cabe a las Fuerzas Armadas y los organismos de seguridad (Policía Federal, Provinciales, etc.), actuando en algunos casos coordinadamente con sus similares extranacionales.
El Poder Judicial y en particular muchos juzgados de menores fueron cómplices de esta tarea delictiva, convalidaron su accionar otorgando guardas indebidas, adopciones ilegales, negando información a los legítimos familiares, etc.
Se contó con la complicidad de las autoridades de la Minoridad para transformar los institutos dependientes y hospitales en centros de concentración de niños desaparecidos. Su cambio de identidad o su ingreso como N.N., negando a su vez toda posibilidad de reintegración a su familia legítima, prueban dicha complicidad.
Es destacable la responsabilidad que les cabe a los dueños de los medios de comunicación así como a la gran parte de la jerarquía de la Iglesia Católica y de otras religiones que conociendo la situación se negaron a denunciar y detener el robo de niños.
Cuando un niño es arrancado de su familia legítima para insertarlos en otro medio familiar elegido según una concepción ideológica de lo que conviene a su salvación, se está cometiendo una pérfida usurpación de roles.
Los represores que arrancaron a los niños desaparecidos de sus casas o de sus madres en el momento del parto, decidieron de la vida de aquellas criaturas con la misma frialdad de quien dispone de un botín de guerra.
Despojados de su identidad y arrebatados a sus familiares, los niños desaparecidos constituyen y constituirán por largo tiempo una profunda herida abierta en nuestra sociedad. (En ellos) se ha dado forma a una nueva modalidad de tormento.
(Nunca Más, informe de la CONADEP, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1997, pag. 299.).
Abuelas de Plaza de Mayo
Hace más de 25 años Abuelas de Plaza de Mayo se iniciaron como Institución en un intento de organización que les permitiera luchar para la recuperación de los hijos de sus hijos desaparecidos. Se trataba de afrontar, sin retroceder, un hecho inédito en la modernidad, ya que el método de desaparición forzada de personas como modo de persecución política, implantada por el Terrorismo de Estado incluyó la apropiación de menores desaparecidos junto a sus padres y la apropiación de bebés nacidos en el cautiverio de sus madres desaparecidas.Este otro modo de exterminio significó para estos niños ser violentamente arrancados de un sistema de parentesco para ser incluidos en otro que reniega que el origen del vínculo se basa en el asesinato de sus padres.
LA IDENTIDAD DE LA JUSTICIA. EL 13 Diciembre de 1983, primer día hábil de democracia, un grupo de mujeres mayores acompañadas por dos abogados concurrieron al edificio de Tribunales para pedir la restitución a su familia de una niña desaparecida y localizada. En esa fecha no figuraba en los anales de la jurisprudencia argentina condena alguna por infracción al art.146 del Código Penal que establece la pena de reclusión o prisión de tres a 10 años a quien sustrajere a un menor de diez años al poder de sus padres, tutor o persona encargada de él, y que lo retuviere u ocultare.
PRIMERA RESTITUCIÓN EN SEDE JUDICIAL.
Paula Logares fue secuestrada a los 23 meses de vida junto a sus padres MONICA GRISPON Y CLAUDIO LOGARES, quienes fueron vistos en el campo clandestino de detención que funcionaba en la Brigada de San Justo. Localizada en manos del matrimonio conformado por el comisario Rubén Lavallén (ex integrante de la Brigada de San Justo) y Raquel Teresa Leiro. Estaba anotada como propia y para la ley se llamaba Paula Luisa Lavallén.
El 13 de diciembre de 1983 la señora Elsa Pavon de Aguilar, abuela de Paula, denunció a Lavallén ante la justicia, reclamó la guarda de su nieta y pidió que se le realizaran análisis de sangre para verificar la identidad de la niña. Como lo harían después otras familias con niños desaparecidos en su poder, Lavallén intentó impedir los análisis.
En sus escritos el comisario se negaba a aportar pruebas porque, decía, ni él ni su mujer tenían nada que probar en esta investigación. Al mismo tiempo se quejaba porque me han creado una imagen de matón y sujeto altamente peligroso al cual mejor no salirle de testigo, agregaba, que es notable y evidente que esta campaña perfectamente orquestada desde dentro y desde fuera no tiene piedad de mi hijita que se ve nombrada por los medios de comunicación masiva sin poder defenderse. Lavallén lamentaba la campaña pública iniciada por la restitución de Paula porque le hace tanto daño a la verdad, a mi hogar y en especial a mi hijita menor.
El 8 de agosto de 1984 el juez Eduardo Fégoli ordenó la primer pericia inmunogenética, constató que Paula Luisa Lavallén era en realidad Paula Eva Logares, dictó la prisión preventiva de Rubén Lavallén y su esposa Raquel Teresa Leiro pero los mantuvo en libertad. Se hizo cargo de la tutela de la niña pero decidió al mismo tiempo que permaneciera en guarda provisoria con el matrimonio Lavallén. Elsa Pavón de Aguilar apeló ante la Cámara la decisión del juez de primera instancia. En su escrito de apelación imaginaba las preguntas que se haría su nieta.Como abuela de Paula escucho a mi nieta diciendo: Existe alguien que piense que yo puedo desarrollarme y crecer sana sin conocer mi verdadera historia, sin saber quién soy, cómo nací, quiénes fueron mis padres, el verdadero núcleo familiar al que pertenezco y con el que estuve hasta los 23 meses?
¿Existe alguien que piense que yo puedo desarrollarme y crecer sana y encerrada en este aislamiento donde no puedo hablar con la gente, salir confiada, ni mirar televisión, ni leer los diarios y revistas para que no me pueda enterar sobre mí misma? ¿Es posible que alguien crea que yo pueda pensar que mis padres son aquellos que no se prestan a la prueba de sangre que podría sacarme de la incertidumbre y devolverme seguridad e identidad?¿Quién se va a hacer responsable de pensar que yo puedo vivir sanamente en el robo, ocultamiento y la mentira...?.
En aquel texto, en el que por primera vez se presentó ante la justicia los efectos de la apropiación de un niño, la abuela Elsa Pavón explicaba que su nieta vivía en una situación de robo, ocultamiento y sometimiento a la mentira respecto de su origen, su historia y la naturaleza brutal de la desaparición, secuestro y cautiverio de sus padres. Es sumatoria de horror y violencia en la convivencia con el procesado y su cómplice configura una emergencia de altísimo riesgo.
El 13 de diciembre de 1984, la justicia argentina decidió por primera vez restituir un hijo de desaparecidos.
Recién en febrero de 1988 el juez Federal Eduardo Fégoli condenó a Rubén Lavallén y Raquel Teresa Leiro, aunque no lo hizo por sustracción, retención u ocultamiento de un menor sino por falsedad ideológica en documento público en concurso con falsedad ideológica en documento público destinado a acreditar la identidad de las personas. Paula Logares vive hoy con su abuela. El matrimonio Lavallén está en libertad y varias veces intentó acercarse a Paula a pesar del rechazo de la niña. La Cámara Federal confirmó la sentencia en primera instancia.
El artículo 1º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, dice que todos los hombres nacen libres. El artículo decimosexto consagra el derecho de la familia a la protección de la sociedad y del Estado.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales fue aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1966. El décimo artículo de su tercera parte establece la más amplia protección a la familia y especial protección a las madres durante un período del tiempo razonable antes y después del parto. En el mismo año la Asamblea aprobó el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos.
El artículo 23 proclama que la familia es un elemento fundamental y natural de la sociedad y el Estado. Y el artículo 24: 1) Todo niño tiene derecho sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su familia como de la sociedad y el Estado. 2) Todo niño será inscripto inmediatamente después de su nacimiento y deberá tener un nombre.
Después del restablecimiento del orden constitucional, el parlamento argentino no ratificó la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Pacto de San José de Costa Rica cuyo artículo 17 consagra la protección de la familia y que en su artículo 18 establece que Toda persona tiene derecho a un nombre propio y a los apellidos de sus padres o al de uno de ellos.
Los delitos cometidos por la Dictadura con la desaparición forzada de niños transgreden normas internacionales y normas internas como la sustracción de menores, supresión de su estado civil, falsificación de documento público, privación ilegítima de la libertad.
El problema no era tipificar los delitos cometidos sino relacionarlos con cada caso concreto, demostrar que los apropiadores no eran los salvadores de los niños sino sus victimarios y que, por lo tanto, los niños debían ser separados de ellos, cuenta Mirta Guarino, coordinadora del equipo jurídico. (Libro: IDENTIDAD, Despojo y Restitución. (Matilde Herrera Ernesto Tenembaum) Pág.111 a 114.
Y que desde las Provincias Argentinas retumbe
NUNCA MÁS.
ANTONIO ROMEO ELINA GIFFONI
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